Otra vez como en las últimas fechas en las que se midió con equipos “ganables”, Belgrano fue un cúmulo de escasas voluntades que se pasearon por el campo de juego, sin un patrón ni buenas ideas para ser protagonista y mostrar que se quería quedar con el triunfo.
El empate 1 a 1 ante Barracas es la síntesis del presente del Pirata, porque el Guapo es el peor equipo del campeonato y la “B” no pudo quedarse con todo, porque no fue al frente nunca, porque no se le cae una idea de juego y porque cuando necesita de la rebeldía de sus jugadores esta no aparece.
Como ante Platense, Defensa y Justicia o Banfield, la “B” fue una síntesis de algo que a la vista de quien quiera ver esta roto, que no tiene arreglo y que solamente se sostiene en el capricho de un dirigente y en la tozudez de un entrenador aferrado a seguir con su mal trabajo al frente del equipo de Alberdi. Porque los futbolistas le respondieron con una tarea bien floja a la idea del técnico. Todo lo contrario a lo que suelen hacer cuando los partidos tienen una carga especial para ellos o para la gente, mostrando que son capaces de dar mucho más y así fue ante Boca, Talleres o Instituto.
Bien flojo
El partido en el estadio de Lanús tuvo el mejor arranque para el cordobés, porque en el primer remate sobre la valla de Ferrario consiguió el 1 a 0. Pelota suelta en el área y Franco Jara definió con toque de tres dedos.
Todo estaba para que el último siguiera allí y que el sueño del Pirata de mejorar se pudiera hacer realidad, pero fue cuestión de tiempo para que aquello realizado en el inicio se dejara de hacer.
No hubo más movilidad, no ganó por las bandas y desde el fondo la pelota salió flotada para que la pesque alguien. El retroceso fue alarmante y como le ha pasado en los partidos anteriores, una pelota fue al medio campo, la aguantó Bruera y mientras los del local ganaban terreno en campo del Pirata, los de Celestes apenas si corrían para defender.
Con el 1 a 1 y las ventajas que daba Barracas, lo que se esperaba que el cordobés hiciera no se hizo y fue quedándose hasta apagarse definitivamente en el partido.
Fue alarmante ver en el complemento como los tres del fondo (Rébola, Leguizamón y Delgado) llevaban la pelota hasta el anillo central y cómo el resto se quedó estático, simplificando la marca. Nadie se mostró ni fue opción de juego. Entonces el partido era lento y aburrido, porque ninguno de los dos quería más de lo que tenía.
Barracas juntó pases en un par de veces y Espínola tapó un tremendo cabezazo de Capraro. En ataque el visitante empujó sobre el final con Lucco o un cabezazo de Rébola que dio contra el travesaño.
El partido se diluyó entre futbolistas que jugaron para no perder y que dieron un mensaje con claridad: lo harán así hasta que el torneo los despida a mediados de diciembre.
Aquella pelota que el arquero local le tapó a Lucco o la de Epínola ante Capraro, solamente impidieron que el resultado cambiara, pero un gol más no hubiese mejorado la imagen que los dos dieron en el campo, porque han mostrado ser de lo peor del torneo por lejos.
Barracas es el último y el equipo de Real lleva tres ganados de los últimos 17 partidos jugados.
No había manera que saliera mejor, porque algunos no quieren más y otros les alcanza con lo que hasta ahora hicieron para terminar una temporada olvidable para los dos equipos.
Posiciones Tabla Anual
Resumen del partido
Otra vez como en las últimas fechas en las que se midió con equipos “ganables”, Belgrano fue un cúmulo de escasas voluntades que se pasearon por el campo de juego, sin un patrón ni buenas ideas para ser protagonista y mostrar que se quería quedar con el triunfo.El empate 1 a 1 ante Barracas es la síntesis del presente del Pirata, porque el Guapo es el peor equipo del campeonato y la “B” no pudo quedarse con todo, porque no fue al frente nunca, porque no se le cae una idea de juego y porque cuando necesita de la rebeldía de sus jugadores esta no aparece.Como ante Platense, Defensa y Justicia o Banfield, la “B” fue una síntesis de algo que a la vista de quien quiera ver esta roto, que no tiene arreglo y que solamente se sostiene en el capricho de un dirigente y en la tozudez de un entrenador aferrado a seguir con su mal trabajo al frente del equipo de Alberdi. Porque los futbolistas le respondieron con una tarea bien floja a la idea del técnico. Todo lo contrario a lo que suelen hacer cuando los partidos tienen una carga especial para ellos o para la gente, mostrando que son capaces de dar mucho más y así fue ante Boca, Talleres o Instituto.Bien flojoEl partido en el estadio de Lanús tuvo el mejor arranque para el cordobés, porque en el primer remate sobre la valla de Ferrario consiguió el 1 a 0. Pelota suelta en el área y Franco Jara definió con toque de tres dedos.Todo estaba para que el último siguiera allí y que el sueño del Pirata de mejorar se pudiera hacer realidad, pero fue cuestión de tiempo para que aquello realizado en el inicio se dejara de hacer.No hubo más movilidad, no ganó por las bandas y desde el fondo la pelota salió flotada para que la pesque alguien. El retroceso fue alarmante y como le ha pasado en los partidos anteriores, una pelota fue al medio campo, la aguantó Bruera y mientras los del local ganaban terreno en campo del Pirata, los de Celestes apenas si corrían para defender.Con el 1 a 1 y las ventajas que daba Barracas, lo que se esperaba que el cordobés hiciera no se hizo y fue quedándose hasta apagarse definitivamente en el partido.Fue alarmante ver en el complemento como los tres del fondo (Rébola, Leguizamón y Delgado) llevaban la pelota hasta el anillo central y cómo el resto se quedó estático, simplificando la marca. Nadie se mostró ni fue opción de juego. Entonces el partido era lento y aburrido, porque ninguno de los dos quería más de lo que tenía.Barracas juntó pases en un par de veces y Espínola tapó un tremendo cabezazo de Capraro. En ataque el visitante empujó sobre el final con Lucco o un cabezazo de Rébola que dio contra el travesaño.El partido se diluyó entre futbolistas que jugaron para no perder y que dieron un mensaje con claridad: lo harán así hasta que el torneo los despida a mediados de diciembre.Aquella pelota que el arquero local le tapó a Lucco o la de Epínola ante Capraro, solamente impidieron que el resultado cambiara, pero un gol más no hubiese mejorado la imagen que los dos dieron en el campo, porque han mostrado ser de lo peor del torneo por lejos.Barracas es el último y el equipo de Real lleva tres ganados de los últimos 17 partidos jugados.No había manera que saliera mejor, porque algunos no quieren más y otros les alcanza con lo que hasta ahora hicieron para terminar una temporada olvidable para los dos equipos.Posiciones Tabla AnualResumen del partido La Voz